Nuestro Fundador
“La paz no es solamente la ausencia de la guerra;
mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión
difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz.”
Rigoberta Menchú, Nobel de la Paz 1992
“La paz no es solamente la ausencia de la guerra;
mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión
difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz.”
Rigoberta Menchú, Nobel de la Paz 1992
Nació el 10 de julio de 1987 en Xochimilco, Ciudad de México, en el seno de una familia orgullosa de su herencia chinampera. Hijo de Francisco Guevara y Lourdes Evaristo, desde pequeño creció rodeado de tradiciones, colores y mucho amor que, con el tiempo, marcarían el rumbo de su vida.
Desde sus primeros años, conoció de cerca la desigualdad social y la indiferencia institucional hacia quienes viven en los márgenes. Movido por la profunda injusticia que presenció, egresó como Técnico Especializado en Fotografía Laboratorista y Prensa de la UNAM, con el firme propósito de documentar y dar voz a quienes han sido invisibilizados.
A los 19 años, con recursos propios y un espíritu incansable, emprendió su primer proyecto de alfabetización en la Sierra Mixteca de Oaxaca, sembrando semillas de esperanza que florecerían verano tras verano en diversas comunidades zapotecas. Posteriormente, se graduó como filósofo en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, consolidando así su pensamiento crítico y compromiso social.
Una tragedia marcaría su vida para siempre: la muerte de Ingrid Itzel, una bebé de ocho meses, y su primo, víctimas de negligencia médica y pobreza extrema. Apenas unas horas antes, César y un grupo de jóvenes les habían llevado ropa y juguetes para enfrentar el invierno. Ese doloroso episodio encendió en él un fuego irrenunciable por luchar contra la injusticia.
En 2015, fundó un centro de atención para niños con discapacidad, mujeres víctimas de violencia e indígenas migrantes en la Ciudad de México. Cuatro años después, constituyó la Asociación Civil Petit Fils, un proyecto que honra sus raíces y su vocación: brindar atención integral a personas en situación de vulnerabilidad mediante programas especializados en adolescencias, juventudes y familias de escasos recursos, con el propósito de mejorar su calidad de vida, garantizar el pleno ejercicio de sus derechos y promover su inclusión social y desarrollo sostenible.
Durante la emergencia sanitaria por COVID-19, César lideró con valentía la apertura de un comedor comunitario en Xochimilco, que hasta hoy ofrece alimento, atención emocional y herramientas educativas a quienes más lo necesitan. Su labor fue reconocida con la Mención Honorífica a la Labor Social en Contexto de Emergencia Sanitaria por parte de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
Su lucha no se detiene. César Alán ha colaborado con universidades internacionales como la Universidad de Sussex y la Universidad de Oxford, en proyectos de investigación sobre redes comunitarias, seguridad alimentaria y campañas de prevención sanitaria.
Aliado de los jóvenes, promueve su formación social a través de convenios con escuelas de nivel medio superior y superior. Actualmente, preside el Comité de Vinculación del CONALEP Milpa Alta CDMX, convencido de que el verdadero cambio nace desde la educación, la empatía y el compromiso social.
Cada paso que César Alán da está guiado por una convicción profunda: ser voz para quienes fueron silenciados, ser esperanza para quienes la han perdido y ser puente para quienes sueñan con una vida digna. Su vida es testimonio de que el compromiso y la compasión pueden transformar realidades.